
Naufrago de mares sinceros, perdido en soledades, pruebas de silencio que afirman las realidades. Humo de hipocresía que ronda las ciudades, con fachadas que ocultan sus verdaderas personalidades. Prisionero de sentimientos, que culpa a las debilidades. Agarrado de la mano, acarician las maldades, incapaz de asumir sus responsabilidades. Defraudado antes los ojos, escondiendo razones que afrontan las incredibilidades. Inundaciones de traiciones, suspiros que llegan para marcar las inhumanidades.