Sonrisa frágil

¿Qué quieres de mí? Estoy cansada de tus actos, de tus palabras las cuales no se si creerlas. Me dices que me quieres pero luego no vienes. No se que acabó sucediendo, los recuerdos se dilatan en el tiempo, ya nada es igual aunque a momentos me lleguen ventoladas de ese cálido agosto.¿Agosto, donde estás? Esos atardeceres se fueron igual que tu esencia, y ya solo me queda Diciembre, tan duro y frío como estar sin ti. Te echo de menos no sé si ha quedado claro, digo que no caére, pero vuelvo a hablarte. Me jode, que me veas así, desesperada y no hagas nada, tu ignorancia me come por dentro, me acribilla y me deja por el suelo, pero luego regresas y dices que no me puedes olvidar. En ese momento mi mente me lleva hasta el lugar donde mi piel se desliza sobre tu cuerpo, donde cruzamos silencios, donde el  azul de tu mirada me quita el aliento y suspiro. Este suspiro me vuelve a la realidad, podríamos ser tanto si creyese en tus palabras, podría quererte como nadie, pero aquí estoy queriendote como yo lo hago.Me haces sentir que tienes tantas ganas como yo, que transformas mis enojos en sonrisas, no puedes ni calcular el poder que tienes en mí. Si me necesitas como te necesito, no me lo digas, demuéstramelo, quiereme menos, quiereme mejor.
¿Sabes qué es lo mejor? Me monto paranoias que pueden conmigo, porque odio esperar, odio que pase el tiempo y las hojas caídas del invierno, odio con todos mis fuerzas sentir tanto y no poder expresarlo, odio escribir entre lágrimas y que nunca lo leas, odio la distancia que nos separa.
Porque puedo decidir olvidarte pero no conseguirlo, puedo borrar todas tus fotos, tus conversaciones, pero no consigo desplazarte de mi mente, no puedo y esto me está matando.



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