Lo que las palabras ocultan
Le escribí, como a un simple amigo. En esas plabras mostraban una bonita amistad, pero bajo ellas se ocultaban miles de sentimientos. Si pudiese escribirle lo que que realmente siento por él ya no se llamaría palabras, sería un pedacito de mi, procedente de mi corazón. Si pudiese hacer todo lo que pienso, mi sonrisa sería fija. Pero, ¿por qué no lo hago?
Porque siento miedo, hacia su reacción, a que mi corazón se volviese a romper, miedo a perderle. No sé que ha pasado, no sé que siente, solo quiero que no se vaya. Yo no me importo, solo me importa él. Muchas veces duermo con la esperanza de que aparezca en mis sueños, para poder realizar en ellos mi irrealidad, me gustaría descibrir esa extraña felicidad que solo él me puede causar. Pero despierto, los sueños acaban y el miedo me persigue, añoro los recuerdos, quiero que estés presente, quiero hacer las cosas sin pensar, dejarme llevar, quiero conseguir la felicidad, le quiero a él.
Porque siento miedo, hacia su reacción, a que mi corazón se volviese a romper, miedo a perderle. No sé que ha pasado, no sé que siente, solo quiero que no se vaya. Yo no me importo, solo me importa él. Muchas veces duermo con la esperanza de que aparezca en mis sueños, para poder realizar en ellos mi irrealidad, me gustaría descibrir esa extraña felicidad que solo él me puede causar. Pero despierto, los sueños acaban y el miedo me persigue, añoro los recuerdos, quiero que estés presente, quiero hacer las cosas sin pensar, dejarme llevar, quiero conseguir la felicidad, le quiero a él.
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