¿Inocentada o inocente? Capítulo 7

Capítulo 7, ¡Mira y aprende niñata!

El fin de semana se presentó algo aburrido, pero como estoy en contra del aburrimiento, hice mis propios planes. El viernes por la tarde fui de sorpresa a la casa de Paula (última petona por presentar, por eso lo he dejado para el final, para demostrar lo especial que es en mi vida. Es altísima, bueno la verdad tampoco es para tanto pero a mi lado parezco su hija. Cabellos marrones a juego con sus ojos, una cara adorable. Increíblemente guapa, pero como ella no lo cree se lo tengo que decir día tras día. Su personalidad es diferente, a veces no se si es real o no, pero jamás tengo duda de sus sentimientos, aunque crea que no, la conozco, simplemente es mi clon.), llamé y me respondió el enano de su hermano, no es muy simpático, pero tiene algo que te hace reír, o será porque adoro a los niños.
Entro en el salón.

-¡Sorpresa! Es una tarde aburrida de verano, no sabes que hacer, no te preocupes más, aquí tengo la solución te presento a "Alba´s 3000", no parará  hasta conseguir que sus gilipolleces*  te saquen sonrisas-. Dije con tono de vendedor de aspiradoras.
Al escucharme no puro para de reír, su hermano me miraba raro, pero tampoco a él le riega bien el cerebro, así que pasó de mis tonturas y  nos dejó solas.
-A ver Alba, que planes tienes.
-Vamos a bailar- le dije con mirada seductora.
-¿Bailar, cómo?
-Pues así
- Si tú no sabes bailar
-¿Cómo que no? -le miré con cara de asco, pero después le regalé una sonrisa.-¡Mira y aprende niñata!

Cogí el portátil y puse tutoriales de baile de hip hop, dábamos pena bailando, pero y lo que bien que nos lo pasábamos, ¿dónde se quedaba eso? A las 9 llegaron el resto de mis petonas y nos fuimos a dar una vuelta. Por el camino nos paramos en un puesto de churros, compramos y en el parque nos lo comimos, hacía frío pero no importaba, estábamos bien, con nosotras no faltaba nadie más.
 El resto del finde fue algo soso, deberes, leer a mi queridísimo Blue Jeans y poco más.

Lunes 17 de Semptiembre....
Empezaba la mañana como otra cualquiera, mi segundo día de insti comenzaba. Me levanto al ritmo de Heart Attack de Demi Lovato, me visto, unas legins y una camiseta de la bandera de mi Inglaterra, pero esta era distinta, era rosa, la amaba. Llevaba el pelo suelto y las zapatillas rosas a juego con la camiseta. Cojo el bus, esta vez me espabilé, llegue a tiempo, algo más calmadas Cintia y yo compartimos el móvil pasándonos todo el trayecto a base de Pablo Alborán.
Llegamos al insti, cada una de las petonas a su clase, casualidad o destino, nos tocaron a todas seperadas menos a dos.

Como era el primer día en si, pudimos elegir nuestros asientos. Érica y yo no sentamos juntas, a mi lado estaba Daniela aquella chica del partido de voley, no era muy alta, pero su pelo largo y rizado le daba un toque algo seductor y a la vez adorable e infantil, cuando sonríe se le ilumina la mirada, no sé por qué, pero me caía muy bien, me daba buenas sensaciones.
Conocimos alguno de los profesores, eran demasiado diferentes a lo que estaba acostumbrada, pero solo tenía que adaptarme. A la siguiente hora nos fuimos a las canchas, allí nos dejaron libre. Con un grupo de chicos me fui a jugar a baloncesto. La verdad doy pena, aunque algunas veces me desmarco, pero yo no tengo la culpa de que en mi antiguo centro no me "enseñasen". Pero como era un partido "entre amigos" eso no importaba, solo jugaba para pasármelo bien. Mientras jugábamos me quede fascina de como lo hacía Alex, parecía que se quería reír de mi, pero me sientí orgullosa, le robe el balón y encanasté. Yo soy así con poca cosa soy feliz.
Ese chico es el mejor en ese deporte, por lo menos lo que había visto yo, pero destaca es su simpatía, me trataba genial, como si me conociese desde siempre, ahora me doy cuenta de que gracias a él me adapté, me ayudó con todo y se convirtió en uno de mis mejores amigos.

Tocaba el timbre y era hora del recreo, junto Érica nos vamos para el patio. Yo me marcho junto a las petonas y la chupi pandi (las chicas de Peal). Dando paseos por todos lados, sin parar, analizando a los chicos a ver quien estaba más bueno, pero como a mi me gusta decir quien era más mono o más guapo.
Se nos acercó  Jonah y en especial a mi.

-¿Hola chicas!
- Hola, Jonah,- dijimos todas a la vez, como si estuviese previsto.
-Por cierto Alba, ahora te esperas que tengo que decirte una cosa.- me dijo Jonah delante de todas.
Me sonrojé, típico en mi, y el resto de chicas me miraban con sonrisas malévolas.
-Vale Jonah, cuando toque el timbre nos vemos, no te estés que si no pierdo el bus.

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